Sostenibilidad: Desafío de la educación superior

La educación superior en nuestro país tiene potentes desafíos en términos de sostenibilidad considerando, en primera instancia, su rol primordial que es la formación de ciudadanos socialmente responsables, conscientes y con capacidades para enfrentar las nuevas problemáticas sociales y ambientales. En este contexto, se debe avanzar gradualmente en la adopción de prácticas sostenibles en la gestión universitaria, implantando acciones ambientales amigables para el uso eficiente de recursos naturales como agua, energía, gestión de residuos, movilidad medición y reducción de sus huellas de carbono, entre otras. Por otra parte, si bien se ha avanzado, es necesario orientar líneas en investigación aplicada enfocada en generar soluciones sostenibles para enfrentar los retos ambientales y sociales que enfrentará nuestro país en una nueva economía global. En esta línea surge a su vez la necesidad de incorporar la sostenibilidad como eje de formación formal y/o complementaria en múltiples disciplinas, para que los futuros profesionales puedan incorporar estos criterios en la toma de decisiones en el ámbito laboral.

Debemos entender que incorporar la sostenibilidad no es simplemente generar acciones asociadas a la responsabilidad social y ambiental en la formación, sino que es un factor clave de éxito para la competitividad de las instituciones de educación superior en el largo plazo, toda vez que las futuras y actuales generaciones prefieren formar parte de comunidades universitarias y proyectos educativos con cultura e infraestructura sostenible, que estén reduciendo sus emisiones e idealmente promoviendo el uso progresivo de energías renovables en su operación. Es así como educar y sensibilizara se transforma en un elemento crucial para la gestión de campus sostenibles permitiendo que estudiantes, académicos y colaboradores comprendan la importancia de esta temática y asuman compromisos en el desarrollo de prácticas sostenibles en su día a día.

El rol de la vinculación con el medio es fundamental para propiciar espacios y así forjar desde la educación superior una conexión con la comunidad para trabajar en esta línea y así contribuir con acciones concretas en el desarrollo y formación de futuros profesionales comprometidos con el desarrollo sostenible y la construcción de sociedades más justas e inclusivas, entendiendo que la educación es el principal catalizador para la adopción de buenas prácticas para una sociedad comprometida con la construcción de un mejor futuro. Esta vinculación es una herramienta para crear redes de colaboración entre diferentes actores como instituciones educativas, empresas productivas, sociedad civil y sector público, transformándose en un canal que propicia la creación de soluciones innovadoras y sostenibles, que contribuirán a la construcción de una sociedad que garantice el bienestar de las personas.

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