Columna de opinión: Cambio Climático, solo dinero

“¿Por qué una entidad contaminante no asume su responsabilidad si la solución está a la mano? ¿por qué el estado no obliga a todos los actores a ser carbono neutral? Dinero, vil dinero, es la respuesta.”

Por Óscar Mercado Muñoz,
Socio Profesional Red Campus Sustentable
Representante Internacional Red Campus Sustentable

La crisis climática mundial se hace día a día más patente; si bien hasta no hace mucho había personas que dudaban del cambio climático, sus efectos, devastadores para los menos favorecidos y molestos para la mayoría de los habitantes del planeta, son ahora visibles, palpables, visibles por todos. Nadie ha quedado indiferente hoy al gran número de desastres climáticos, desde sequías a inundaciones, que se ven día a día en el planeta, ni a los cambios de temperatura en todas las estaciones.

De seguir en esta senda, las ya acertadas predicciones de los científicos muestran un futuro muy difícil para la humanidad y por ello hoy múltiples recursos se destinan, sin resultado visible, a medidas de mitigación o de adaptación. Las medidas que hoy estamos tomando como humanidad no son suficientes para detener el aumento de la temperatura del planeta, así de terrible.

Óscar Mercado Muñoz
Socio Profesional Red Campus Sustentable
Representante Internacional RCS

La solución teórica está en la tan vilipendiada economía, más precisamente en el concepto de externalidades. Una externalidad es, de acuerdo a la teoría económica, el beneficio o perjuicio que reciben terceros a partir de una actividad económica en la cual no interviene. Así, cuando se genera electricidad a partir de combustibles fósiles, o se deforestan los bosques, o nos movilizamos, o calefaccionamos usando combustibles, generamos CO2, y con ellos contribuimos al cambio climático y perjudicamos a terceros, que somos todos. Hoy por hoy, el acto de perjudicar a otros no tiene costo.

Plantea la teoría económica que deja de ser externalidad cuando se asume la responsabilidad y la entidad deja de causar perjuicios. Mirado con este prisma, el remedio al cambio climático está en que cada entidad contaminadora asuma su responsabilidad, y en el caso de cambio climático, esto tiene un nombre: carbono neutralidad, el acto por el cual una entidad disminuye las emisiones factibles y compensa las emisiones que no puede eliminar, para de esta manera, en el balance final, no contribuir con emisiones. Hoy es una práctica existente que debería ser la norma, pero no lo es. Existiendo los mecanismos, ¿por qué no se realiza? Aquí entra el aspecto ruin de la teoría económica, la maximización de utilidades o la minimización de costos. Ser carbono neutral tiene un costo monetario que muy pocos están dispuestos a pagar, y casi todas nuestras universidades no están dispuestas a hacerlo; esta institución, que debería ser el faro orientador de la sociedad, cae en el mismo pecado economicista que la mayoría de las empresas, minimizar costos, aunque así no asuma sus responsabilidades. En Chile, de acuerdo con el portal Huella Chile del Ministerio de Medio Ambiente solo hay seis, sí, seis, organizaciones carbono neutral.

Las preguntas consecuentes son ¿por qué una entidad contaminante no asume su responsabilidad si la solución está a la mano? ¿por qué el estado no obliga a todos los actores a ser carbono neutral? Dinero, vil dinero, es la respuesta. Si me puedo ahorrar ese gasto, ¿por qué hacerlo? Así, la sociedad no podrá derrotar el cambio climático. Preparémonos para tostarnos.

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Octubre 28, 2024

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