Opinión: Gobernanza y Sustentabilidad, por Rocío Riveros

Cuando hablamos de sustentabilidad en las Instituciones de Educación Superior muchas veces se traduce a: ¿Cuánto nos va a costar esto? Y los miedos de las autoridades emergen pensando que significa mucho en términos económicos, pero la verdadera invitación es a pensarlo desde una perspectiva más holística y a mirar mucho más allá de la billetera, lo sé, es difícil.

La clave, quizá, para comenzar, es tener una planificación que nos permita ordenar desde un comienzo pequeñas acciones que vayan contribuyendo en las sensaciones de la comunidad educativa. Los puntos limpios son una excelente alternativa para iniciar, pues son icónicos y tangibles, y ahí es justo donde queremos llegar: activar ese componente de la sustentabilidad que no se puede ver necesariamente y aquellas acciones que, en definitiva, marcarán la hoja de ruta de la institución en términos de sustentabilidad. Aquí podemos encontrar las políticas, los planes estratégicos y las declaraciones, que se encuentran en instrumentos como la misión o visión, los cuales, sin duda son imprescindibles a la hora de transformar la institución hacia el camino de la sustentabilidad, pues son herramientas de gestión validadas por cuerpos colegiados y, en el mejor de casos, a través de instancias triestamentales, lo cual les otorga la legitimidad suficiente para avanzar.

Muchas veces, como Red Campus Sustentable, debemos asesorar a aquellas instituciones que quieren partir en esto y la pregunta casi siempre es la misma: ¿Cómo comenzamos? Y sí bien, recién comenté el éxito que tienen los contenedores de reciclaje, éstos no servirán de nada si los lineamientos de la institución no están claros, si son inexistentes en esta materia o no gozan de la transversalidad que se necesita para afianzarse en la comunidad educativa.

Por esta razón una de las claves es hablar de gobernanza. La gobernanza involucra herramientas de gestión, planificación, evaluación y la participación que, entre otras cosas, implica tomar decisiones consensuadas.

Cuando se generan espacios de diálogo y de compartir buenas prácticas entre los socios de la Red, nos damos cuenta que en todas las instituciones, por más mínima que sea alguna instancia; algún proyecto o una iniciativa que se relacione con la sustentabilidad: a veces es un académico que de manera voluntaria incita a los estudiantes a formar una agrupación de cuidado del medioambiente, otras veces es un funcionario preocupado de que el papel no se vaya a la basura, y en otras oportunidades vemos cómo un auxiliar hace conciencia con otros colegas para apagar los calefactores, las luces o cerrar las llaves, todos tienen algo en común: ¿preocupación? ¿conciencia?, quizás. Probablemente estos agentes de cambio no se conocen, quizá ni quisiera saben el rol y la importancia que están cumpliendo con sus acciones y he aquí el problema: cuando los estudiantes se titulen, cuando ese funcionario jubile, o cuando ese auxiliar ya no esté, de esas iniciativas no quedará nada, porque siempre fueron iniciativas aisladas.

He aquí la importancia de tener lineamientos institucionales que le den sustento a iniciativas como éstas. Contar con una Política de Sustentabilidad le dará soporte a todas las acciones que se generen en la institución. Es importante que se declare en ella todos los ámbitos de acción que abarcará y en función de esto tendremos ese tan anhelado paragua institucional bajo el cual nos moveremos. La política es importante, pero muchas veces no es más que una declaración, que sin un plan queda en letra muerta.

Aquí es donde se hace necesario el Plan Estratégico Institucional desde lo más macro, hasta la Estrategia de Sustentabilidad de cada universidad, Centro de Formación Técnica (CFT) o Instituto Profesional (IP), porque son estos instrumentos que nos permitirán, en primer lugar, tener una línea base para poder decidir cómo actuar y, posterior a ellos, generar los indicadores y las metas que nos propondremos, así como los plazos, los alcances y los recursos asociados.

Las instituciones más visionarias y audaces, además, deciden declarar el elemento sustentabilidad en la misión, generando así una triada de instrumentos: política, plan y misión, que permitirán que cada acción asociada a esta materia, por más mínima que sea, tenga el apoyo político desde la autoridad, hasta generar el efecto cascada en todas las unidades de la institución.

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Agosto 5, 2022

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