Cultura Sustentable: más allá de la educación superior convencional

“La urgencia ambiental” nos exige no solo acciones inaplazables, sino también una mirada transformadora, distinta a la convencional, una reflexión profunda y un cambio en nuestra forma de conocer, habitar, “habitarnos” y de relacionarnos con la existencia humana y no humana.

Por Paulina Solís Iturra.
Coordinadora de Pasantías y Alianzas Globales en Sustentabilidad.
Middelbury College School Abroad en Chile.

Pero atrevernos a mirar más allá de las soluciones convencionales, exige aprender y desaprender, escucha activa, validar voces y diversidad de saberes que no están en los espacios que habitamos, en nuestras zonas de confort, sino también implica abordar una transformación que sea radical y comprenda la dimensión social, ecológica y “cultural.”

Cultura Sustentable: Más Allá de la Educación Superior Convencional.

Uno de los retos en las Instituciones de Educación Superior  para propiciar una cultura sustentable, no se limita a adoptar políticas verdes o a modificar las infraestructuras, sino también, a propiciar conductas humanas, que implique aprender a co-construir, es esencial reconocer que los y las estudiantes, no son meros receptores pasivos de conocimiento, sino que son agentes de transformación, con un papel relevante en la acción para una nueva forma de convivir, a la que denominamos: sustentable.

Paulina Solís Iturra.
Coordinadora de Pasantías y Alianzas Globales en Sustentabilidad.
Middelbury College School Abroad en Chile.

Fomentar espacios académicos donde la reflexión-acción crítica, sean tan importantes como la adquisición de conocimientos, es crucial cuestionar la imposición de verdades y conocimientos preestablecidos. Como expresa Humberto Maturana en “Plegaria del estudiante”:  “¿Por qué me impones lo que sabes si quiero yo aprender lo desconocido y ser fuente en mi propio descubrimiento?” Con esta frase, quiero rescatar la invitación que nos hace Maturana a reflexionar sobre, cómo la verdad absoluta puede obstaculizar la generación de nuevos pensamientos y la capacidad individual de descubrir lo desconocido, además de la posibilidad de activar el desarrollo de una sociedad más humana y diversa.

En este sentido, y en el contexto de transformación hacia una cultura sustentable, la promoción de una educación integral que promueva diversas áreas del conocimiento y fomente una comprensión holística del mundo, es clave, para abordar los desafíos ambientales, culturales, humanos y sociales actuales.

El enfoque multidisciplinario permite integrar múltiples perspectivas, desde la filosofía y las ciencias hasta las artes y las humanidades, generando así, un marco más flexible y enriquecedor para la innovación y la creatividad.  Al incentivar la capacidad de conectar diferentes áreas del saber y abordando problemas desde múltiples ángulos, se promueve una educación que no solo transmite conocimientos específicos, sino que también, fomenta el pensamiento crítico y la capacidad de imaginar soluciones sustentables e integradoras.

Esta amplitud de perspectivas es crucial para la creación de una cultura sustentable, que sea ecológica, humana y culturalmente diversa, permitiendo una comprensión más completa y enriquecedora de los desafíos que enfrentamos.

Las Instituciones de Educación Superior (IES) como escenarios.

Desde las instituciones de educación superior tenemos grandes desafíos y oportunidades de desarrollar estrategias, para empoderar a los y las estudiantes e incentivarlos a ser agentes de transformación. Para que los y las estudiantes se involucren activamente en la construcción de una cultura sustentable, es fundamental que sientan que su participación es valorada y que tiene un impacto real.

Una de las estrategias es la enseñanza en contexto, es fundamental el aprendizaje significativo con programas de aprendizaje experiencial, fomentar el voluntariado, crear oportunidades para desarrollar proyectos de investigación en el mundo real, que permitan al estudiantado aplicar sus conocimientos en contextos reales y desarrollar habilidades prácticas. Apoyar y orientarles para alcanzar sus metas y concretar sus ideas, en este punto, profesores y profesoras pueden actuar como facilitadores. Este enfoque permite que los estudiantes no solo comprendan los problemas, sino que también desarrollen una capacidad para imaginar y construir alternativas más justas y sustentables.

Por otra parte, es crucial crear ambientes y escenarios protegidos, un entorno académico, donde la reflexión crítica y el diálogo sean parte esencial del proceso educativo, que valore el cuestionamiento como una herramienta de aprendizaje. Por tanto, promover una conciencia crítica exige cuestionar las estructuras de poder, y los modelos económicos que acentúan la crisis ecológica que se enmarca en un contexto global.

Es importante considerar que la cultura sustentable trasciende fronteras, implica no restringirse a acciones individuales ni a políticas específicas. Mirar más allá de los límites geográficos y culturales, explorar nuevas perspectivas para un entendimiento más profundo de los problemas globales.

Finalmente, desde mi perspectiva, una cultura sustentable, más allá de la educación superior convencional, también requiere un replanteamiento de nuestro ritmo de vida, vivimos en una sociedad de autoexigencia, donde la productividad y el rendimiento son los valores predominantes, ¿Cómo podemos pensar en un planeta saludable, sino nosotros mismo/as no estamos siendo saludables? La transformación debe comprender nuestra forma de autocuidar-nos, este ritmo frenético de vida no es compatible con la vida sustentable. Necesitamos ir más pausados, reivindicar el bienestar humano/psicológico, priorizar-nos, conocernos, desarrollar empatía y vivir en sintonía con los ciclos naturales.

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Septiembre 6, 2024

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